Jordan Adlard-Rogers es un hombre británico que pasó de trabajador común y corriente a heredero millonario y todo gracias a una prueba de ADN.
"No voy a olvidar de dónde vengo. He estado en un punto de la vida en que tengo que preocuparme por la siguiente factura y he tenido un comienzo difícil. Ahora estoy empezando a poner mis pies debajo de la mesa", dijo este hombre de 31 años que ahora es dueño de una mansión conocida como Penrose Estate, ubicada en Cornwall, señala el New York Post.
Rogers dice que siempre sospechaba que era hijo de Charles Rogers, un aristócrata, pues su madre le contó que hace años tuvo una breve relación con Rogers. "En realidad no se dijo nada más, y el padre nunca estuvo involucrado, aunque todos sabíamos quién era", dijo John Binns, el padrastro de Julia Adlard.