Un brazo y ambas piernas se tornaron negras tras la picadura.
En marzo pasado, Sonja Kujas, una mujer de 43 años de edad, originaria de Alemania, salió a tirar la basura cuando un mosquito la picó.
Sin embargo, su condición no mejoraba, así que su esposo la llevó de nuevo al hospital para que la revisaran y una semana después, la mujer cayó en coma y sus extremidades ennegrecieron, lo que obligó a los médicos a amputarle las dos piernas y el antebrazo izquierdo.