Don José Ortiz Martínez es un ejemplo viviente de que nunca es tarde para dejar de luchar por una vida digna, aunque muchos crean que no vale la pena.
Y es que aunque habrá quienes creen que no tiene sentido estudiar en la vejez, quizá el caso de don José podría cambiarles la perspectiva, pues a sus 101 años es fiel a sus sueños.
Don José fue huérfano y se dedicaba al cuidado de chivas para sobrevivir. Tiene 10 hijos, 46 nietos y 83 bisnietos.