El hobby de Brian Purdy, un hombre residente en el centro de Florida, son sus reptiles. Ha empleado miles de horas para obtener los permisos necesarios para poseer los peligrosos ejemplares, entre los que se encuentra una cobra. O más bien se encontraba.
El pasado lunes, un hombre que estaba aprendiendo de Purdy para obtener la licencia, se quedó solo en la sala donde se encontraba una cobra monocelada o de monóculo. Como el aprendiz no veía el reptil, intentó algunas tácticas para lograr que se moviera y finalmente abrió la caja de cristal. En ese momento la cobra se abalanzó hacia el individuo -quien afortunadamente había tomado la precaución de cubrirse con una especie de escudo- y desapareció.
Desde entonces, el barrio de Ocala se encuentra en vilo, porque el reptil es sumamente peligroso.
Las cobras se encuentran entre las serpientes más mortíferas del mundo y tienen un veneno neurotóxico lo suficientemente potente como para detener la respiración de una persona en sólo 30 minutos.
Tienen colmillos que miden casi un centímetro, mientras su longitud puede llegar a un máximo de 7,5 metros. Estas cobras son oriundas del sur y sureste de Asia y viven en los territorios de la India, China, Vietnam, Cambodia, Malasia, Bangladesh, Bután, Myanmar, Laos, Nepal, y Tailandia. En este último país han causado varias muertes.
Una mordedura puede ser fatal en una hora, si no se trata adecuadamente.
De modo que las autoridades han advertido que la cobra, tímida por naturaleza, puede haberse refugiado en el área boscosa de Ocala, pero si se halla cerca de los humanos puede atacar de sentirse amenazada.
Algunos, sin embargo, se lo han tomado con sentido del humor, como demuestra una cuenta de Twitter creada bajo el nombre de @OcalaCobra.
“Hola, soy una cobra monocular de dos pies de largo y acabo de escapar del cautiverio. Estoy libre por primera vez en mi vida y acabo de encontrar este iPhone, ¿por qué no tuitear?”, dice la presentación de la cuenta, que en pocas horas tiene más de 1.000 seguidores.
Purdy recibió su permiso para tener la cobra en su casa en mayo de 2016 y es también el dueño de otras tres serpientes venenosas y dos lagartos venenosos, dijo la Comisión de Vida Salvaje de Florida. No es fácil recibir el permiso para poseer estos animales: se exigen 1000 horas de experiencia por cada uno.
La noticia del escape de la cobra ha sido una desagradable sorpresa en el barrio de Purdy, donde ninguno de los vecinos tenía la menor idea de su hobby.
Existe, sin embargo, la posibilidad de que el reptil aún se encuentre escondido dentro de la casa o muy cerca de ella. Y esto se debe al descenso de las temperaturas en la zona: las serpientes odian el frío. Otra teoría sugiere que quizás la cobra fue devorada por uno de los lagartos de Purdy, aunque esta posibilidad sería más remota.
En cualquier caso, las autoridades han recomendado gran precaución a los vecinos y sus mascotas, hasta que la Cobra de Ocala reaparezca, y ojalá sea sin morder a nadie.