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Empezar Con "Malas Noticias" Primero Es Mejor, Según Ciencia

Un estudio realizado en 2017 revela que, en la mayoría de los casos, es preferible dar un "amortiguador" mucho más pequeño antes de dar las malas noticias, según lo perciben las personas a las que afecta. Alan Manning, un profesor de lingüística de la Universidad de Brigham Young, y su compañera de investigación, Nicole Amare, se interesaron en el "diseño de información" al comunicar malas noticias, es decir, cuánto deberíamos decir antes de ir directamente al grano.

El procedimiento del estudio fue sencillo: 145 voluntarios vieron dos versiones del mismo mensaje, similares pero redactadas de manera diferente, y se les pidió que eligieran la que encontraban menos ofensiva.

Los mensajes iban desde cosas como "Tu coche está siendo llamado a revisión" hasta "Vamos a terminar" o "Estás despedido". En la mayoría de los casos, los participantes prefirieron el mensaje más conciso. Además, la claridad y la franqueza se consideraron más importantes que suavizar el mensaje.

Estos hallazgos contradicen gran parte de la investigación anterior que enfatizaba la necesidad de poner amortiguadores y enfocarse en los aspectos positivos.

La realidad es que, cuando se pregunta a la gente si prefieren recibir las malas noticias sin rodeos, casi siempre responden afirmativamente. Entonces, ¿por qué tendemos a alargar y suavizar el mensaje? Manning explica que se debe a que estamos pensando en nosotros mismos; nos resulta más fácil y nos hace sentir mejor dar vueltas en lugar de ser directos.

Todo esto se trata de practicar la empatía.

Ser plenamente consciente de las necesidades de los demás y no solo de las nuestras es un desafío al crecer y convertirse en un adulto plenamente funcional, como señala Manning. Espera que este estudio ayude a las personas a mejorar su capacidad para comunicar malas noticias y cuidarse mejor unos a otros.

Nos insta a pensar críticamente sobre la delicadeza del mensaje que estamos entregando y a responder adecuadamente. No debemos ser insensibles y decir cosas como "Te estoy dejando" sin considerar los sentimientos del otro. Sin embargo, un amortiguador más pequeño es generalmente apreciado por el receptor.

Cambiar viejos hábitos y ser directos puede ser difícil, pero dar y recibir malas noticias es parte de la vida diaria.

Vale la pena el esfuerzo de hacerlo correctamente para que las personas se sientan más respetadas y comprendidas.


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