Aunque parezca broma, no existe la certeza sobre cómo surgió esta celebración pero hay muchas teorías sobre su origen.
La creencia más aceptada se remonta al Siglo XVI en Francia. Hasta el año 1582 en ese país se utilizaba el calendario Juliano, el cuál celebraba la entrada del año nuevo el 25 de marzo y las fiestas solían alargarse hasta el 1 de abril.
Esto llegó a su fin cuando el Rey Carlos IX impuso el calendario Gregoriano. En ese calendario el año nuevo cae el 1 de diciembre y no con la llegada de la primavera.
De acuerdo con los archiveros, al principio muchas personas no se enteraron de ese cambio por lo que los pueblos seguían festejando el año nuevo el 1 de abril.
Los que conocían del calendario Gregoriano se burlaban de las personas que seguían con la antigua tradición y aprovechaban la confusión para jugarles bromas.
¿Le harás bromas a tus amigos?
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