Los higos se caracterizan por su alto valor energético, pero también por su contenido en fibra que ayudará en casos de estreñimiento y dará saciedad.
Los higos son fáciles de digerir y además cuidan la flora intestinal, el conjunto de microorganismos, sobre todo bacterias, que habitan en el intestino, pues estimulan su crecimiento. Son prebióticos.
Los higos también contienen calcio, son antioxidantes y dentro de una dieta baja en sal y grasas y en el contexto de una vida saludable, pueden ayudar a controlar la hipertensión.
Los higos tienen un alto valor energético y son nutritivos. También se recomiendan a personas que se encuentran débiles, con anemia o que se están recuperando de una enfermedad.
Esta fruta se puede considerar isotónica, ya que repone azúcares(sacarosa, glucosa, fructosa) y sales minerales que pueden perderse en un sobreesfuerzo, tanto físico como mental.
La vitamina A en la que se convierte el betacaroteno de los higos restaura y nutre las mucosas de nuestro organismo: boca, labios, lengua, la mucosa del esófago, estómago e intestinos.
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