La retención de menores migrantes que llegan a Estados Unidos sin la compañía de adultos en centros de detención incumple con lo convenido por el acuerdo judicial que reguló el tema, opinó ayer martes una corte de apelaciones de California.
La juez Marsha Berzon de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito consideró, no obstante, que la mayoría de las regulaciones federales sobre menores migrantes siguen los lineamientos del Acuerdo Flores, que en 1997 puso fin a una demanda colectiva en nombre de los menores que llegan al país sin un permiso legal y sin un adulto acompañante, presentada contra el gobierno federal.
La Corte de Apelaciones “afirmó y revirtió en parte” la orden de una corte de distrito y respaldó “la negación de la corte a la moción del Gobierno para terminar el Acuerdo”, de acuerdo con un sumario de la opinión publicado.
Definitivamente es una gran victoria pues esta decisión no permite que el gobierno mantenga a los menores detenidos indefinidamente”, declaró la abogada Holly Cooper, codirectora de la Clínica Legal de Inmigración de la Universidad de California en Davis, quien hace parte del equipo legal que ha defendido el Acuerdo Flores.
A principios de septiembre, más de 90 menores permanecían en centros de detención, según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), a pesar de que el 26 de junio la juez de California Dolly Gee dio un plazo de un mes para que los menores fueran sacados de estas instalaciones.
El Acuerdo Flores -que establece protecciones a menores indocumentados en cuestiones como vivienda, atención médica, educación, nutrición e higiene- surgió tras una demanda presentada por organizaciones de defensa de los derechos civiles en 1985 en nombre de Jenny Lisette Flores, una adolescente de 15 años que huyó de El Salvador para reencontrarse con su tía en Estados Unidos.
Tras varios años de litigio se llegó a un acuerdo en 1997 con el Gobierno de Bill Clinton (1993-2001).
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