Christian Leonel Arreola viajaba en taxi. Eran las 4 de la madrugada del sábado 30 de noviembre.
El taxista que lo transportaba se detuvo en una avenida.
Esperó ahí hasta que encontró a unos policías a quienes pidió ayuda.
Los policías se detuvieron. Platicaron con el taxista durante algunos momentos.
De la patrulla, bajó uno de los oficiales, quien se acercó al auto y con ayuda del taxista bajaron a Christian del vehículo. Supuestamente estaba inconsciente.
Lo dejaron tirado en la jardinera que divide el ciclo pista y la avenida.
El taxista sólo subió al auto y se fue. Los policías no pidieron ayuda, dejaron tirado al joven en el piso.
Pasó menos de un minuto, cuando otros policías que estaban en el lugar, se dieron cuenta de que Christian estaba tirado en la avenida. Uno de los policías se acercó, lo revisó y pidió ayuda a uno de sus compañeros y a un civil que los acompañaba. Entre los 3 arrastraron al joven a la banqueta. Y ahí lo dejaron. Nuevamente, tirado en el piso.
Fue hasta las 7:23 de la mañana que un ciclista vio a Christian y se detuvo para pedir ayuda, pues se dio cuenta que estaba muerto.
Los primeros en llegar fueron policías de proximidad de la alcaldía Benito Juárez, quienes aseguraron el lugar de la muerte.
Los segundos policías que auxiliaron a Christian estaba ebrio y que lo quitaron de la avenida para evitar un accidente.
Según los policías, seguía vivo, pero no lo ayudaron ni llamaron a una ambulancia para corroborar su estado de salud.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, este segundo grupo de policías ya esta investigando, pues no actuaron conforme al protocolo.
De los primeros policías que ayudaron al taxista a bajar a Christian del auto, la Secretaría de Seguridad Pública no sabe nada.
Al preguntar a la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, se dijo que aún no tienen información sobre la causa de la muerte de Christian.