Como las autoridades estadounidenses no han podido detener la inmigración indocumentada, Trump responsabiliza a los países de la región —entre ellos Guatemala, Honduras y El Salvador y los ha amenazado con sanciones a menos que tomen medidas más severas.
El gobierno mexicano no ha abandonado del todo su iniciativa de albergar e integrar a los migrantes. Ha tomado medidas para expandir la elegibilidad para obtener visas de trabajo o visas de visitante para la gente de Centroamérica. Además, algunos defensores de los migrantes dicen que ha hecho una mejor labor que otros gobiernos en cuanto a la promoción de su programa de asilo, que se perfila para recibir alrededor de 60.000 solicitudes este año, cerca del doble del número que se recibió el año pasado.