El obispo brasileño Tomé Ferreira da Silva renunció ayer, a menos de una semana después de que se difundiera un video en el que aparecía supuestamente masturbándose.
El papa Francisco aceptó la dimisión del obispo, quien supervisaba la diócesis de Sao José do Rio Preto, en Sao Paulo.
Según reportes, el Vaticano lo había investigado desde 2015 por otros señalamientos, como el hacer caso omiso de informes de abuso sexual.
Según la cadena local Globo, la diócesis de Sao José do Rio Preto fue objeto de una investigación del Vaticano en 2018, sobre si Ferreira minimizó los reportes de abuso y de si había intercambiado mensajes sexuales con un adolescente.
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